Uso Linux desde hace casi 20 años. No recuerdo bien cuando empecé, pero si que fue con la segunda o tercera versión de Ubuntu. Luego estuve casi una década con Arch, unos añitos con Mint hasta que terminé en Fedora 36. Y puedo decir que Linux ya no es lo que era:
- Linux ya no es lo que era: Ahora no es necesario compilar el kernel.
- Linux ya no es lo que era: Ya no se rompe todo el sistema al actualizar de una versión mayor a la siguiente.
- Linux ya no es lo que era: No necesito entrar a la terminal para hacer ajustes en archivos del /etc.
- Linux ya no es lo que era: No recuerdo cuando vi un Kernel panic
- Linux ya no es lo que era: Ahora puedo jugar gran parte de la biblioteca que tengo en steam
- Linux ya no es lo que era: La gente ya no te mira con desconcierto al decir “linux” como palabra que nunca escucharon en sus vidas
- Etc.
Podría seguir tirando items en esta lista, pero se entiende la idea. Y sí, aunque el texto tenga una intención cómica y que todo puede cambiar mucho de distro en distro, es muy evidente como ha progresado este sistema operativo en estos años.
Linux ya no es lo que era cuando yo empecé, y me alegro de eso.
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