Segunda semana desde que inicié el proyecto de desconexión durante Noviembre. Parece mentira lo rápido que se me pasó esta segunda semana. Creo que fue ayer cuando escribía la entrada anterior.
En esta oportunidad, no hice muchos cambios la verdad. Pero hice uno que es increíble el efecto que tuvo: silencié el teléfono. Nada de modo normal, ni de modo vibración. Silencio absoluto. Si yo no lo agarro, no me entero de nada.
Si bien, la opción “bienestar” de Android es acotada y realmente no ofrece mucha información, con lo poco que dice puedo armarme una idea del efecto. Antes de empezar todo este experimento, mi uso del celular estaba, en promedio, entre 1.5 y 2 horas al día o más. Siempre Instagram era la primera con la mayor cantidad de minutos de uso.
La semana pasada, ese tiempo bajó a 1 hora. Y esta semana, tras silenciarlo, estoy en unos 45 minutos promedio. Con situaciones como la de ayer jueves o la del martes, donde lo usé menos de 30 minutos en todo el día. Se que un teléfono totalmente silenciado no es para todo el tiempo, pero durante mi experimento quiero evaluar el impacto, así que lo llevo un poco al límite. Posiblemente, terminado este período, use silencio o modo vibración a discreción según necesite, pero no pensé que haría tanto efecto inmediato.
Sobre limpieza de feeds, seguí eliminado rss, canales de youtube y cuentas de Instagram.
Veremos que me depara la tercer semana.
Puedes escribirme en mastodon a @[email protected] o
mandarme un correo si deseas comentarme algo