Durante este mes, me llegaron varios artículos y comentarios girando sobre un mismo tema: La saturación y vertiginosidad de la vida digital. Nombraré algunos durante el texto y aunque varios tenian ideas interesantes que me dejaron pensando, casi todos giraban sobre la misma idea.
Por un lado, estaba el “Junio de desconexión” que planteaba Manu Moreale y fue secundado por algunos otros bloggers más. La premisa de su idea, es muy sencilla y, parafraseándola, podría resumirse en un:
Llevar a casi cero los consumos digitales, reemplazando ese tiempo con salidas, lectura o meditación.
Luego, cada uno de los que participaron en esa iniciativa aplicaron reglas más o menos restrictivas y terminaron el mes con diferentes experiencias, como la de Kevin o la de Luke por no decir la propia conclusión de Moreale. Pero todas, más o menos pueden resumirse en que notaron beneficios tras desconectar un poco.
No es algo nuevo, Adrián lo ha mencionado varias veces en su sitio y hasta yo mismo hablé de infoxicación en 2014, hace ya once años. Palabras más, palabres menos pero las ideas que puse ahí son la mismas que circulan actualmente. Creo que Christian, en su blog, hace una buena definición al decir:
Todos estamos metidos en esa dinámica y no le hace ningún favor a nuestro bienestar. Todo ese bombardeo genera un ambiente hiperestimulante que contrasta con lo que somos capaces de asimilar de forma natural, aunque unas personas tienen más tolerancia que otras. Esta velocidad influye en nuestras ansiedades, malestares e impotencia, ya que es difícil controlarla. Si son temas ajenos a nosotros, en los cuales no podemos hacer nada individualmente, nos sume en la crispación. Crisis, guerras, escándalos, opiniones intensas… ¿Realmente nos compensa preocuparnos por eso? ¿Acaso no es una locura caer en el fomo e involucrarnos en cosas que no están de nuestra mano?
Entonces, ¿A donde quiero llegar con toda esta introducción? Por circunstancias de la vida, los últimos dos años han sido muy estresantes. En Septiembre me propuse cambiar un poco mi situación y, durante ese mes, volví a ver amistades más seguido e inicié actividad física. Estoy haciendo clases de “funcional” varias veces por semana. Octubre fue un mes de afianzar esos nuevos hábitos. Y por eso, ahora he decidido aprovechar que inicia Noviembre y haré un poco de limpieza digital y desconexión.
Tengo una idea de a donde quiero llegar con este experimento. Ya definí síntomas y situaciones que quiero evitar como por ejemplo el doomcsrolling en Instagram o ver videos en Youtube “por que sí” sin verdadero interés que venía haciendo seguido, principalmente en esos momentos que estaba “quemado” de las corridas del día.
Ya empecé haciendo ajustes, y durante el mes iré puliendo y avanzando. Mi idea es, quizás, cada semana o, al menos, una a mitad de mes y luego otra al final publicar una actualización de estado. No sé.
Algunos cambios que estoy planeando son:
- Eliminé del celular las apps que eran “ocio” que quiero evitar. La de feeds RSS, la de mastodon, etc. entraron en este grupo. Esto ayuda a que si quiero ver feeds, sea en la PC.
- También borré toda app que no usaba.
- No puedo eliminar Instagram porque, por desgracia, cosas de mi ciudad que si quiero hacer como eventos culturales solo son anunciados por esa plataforma. Pero la enterré en una carpeta junto a las otras apps de circumstancias similares para que no sea un tap entrar. Que tenga que ser más conciente de abrirla.
- Revisaré todas las cuentas que sigo en redes y eliminaré todas las que no me aporten algo a mis interes actuales. Nada de seguir por seguir. Esto aplica para Instagram, Mastodon, Youtube, Podcast, RSS, etc. La consigna es fácil: Pensaré algo como “¿Esto realmente me interesa?” y si la respuesta no es un “Sí” se irá. Este punto, seguro sea de los más largos de aplicar en el tiempo. Iré de a poco, red a red, app a app.
- Aunque suelo tenerlo cortito este tema, revisaré mi gestor de contraseñas y eliminaré toda cuenta o servicio que no use. No quiero tener cuentas innecesarias en existencia.
- Acomodaré marcadores del navegador. De nada sirve decir no entraré a PEPITO si luego tengo un botón a pepito a mano cada vez que abro una pestaña nueva.
Y seguro surga algo más. Esto es una idea, un croquis de como empezar y a donde quiero llegar. Veré el camino, como evoluciona.
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